La Tarea: recurso educativo o abuso?

Francesco Tonucci es un polémico pedagogo italiano. Hace años que viene cuestionando la utilidad de la tarea en el aprendizaje. Su último proyecto, La Ciudad de los Niños, es “un proyecto político, no educativo”, dice. En una entrevista concedida al diario La Voz de Galicia responde acerca de los deberes, el juego y otros temas. 



                                   

-¿Por qué es tan importante el juego?
-Porque si un niño no juega no crece. No se desarrolla y no puede aprender. Al jugar, los niños ejercitan la etapa más importante de su desarrollo. Cuando a Freud le preguntaron cuál fue el año más importante de su vida, él respondió: «Sin duda, el primero». Así es también para nosotros. La principal actividad con la que creamos los cimientos de nuestra vida es el juego. No es casualidad que la Convención de los Derechos de los Niños dedique a la escuela y al juego dos artículos.

-Pero a veces hay que hacer los deberes?
-La escuela debería estar más interesada en que los niños jueguen. Deberían pedir a los niños: «Por favor, debéis jugar para poder traer mañana experiencias». En esto hay que comprometer también a las familias. A menudo crean para los niños agendas más apretadas que las de los mayores.

-Parece clara su opinión acerca de los deberes escolares…
-Los deberes son una equivocación pedagógica y un abuso. Nunca consiguen el resultado que la escuela presume. Deberían ser una ayuda para los más débiles pero tampoco traen buenos resultados. Estos chicos no son capaces de cumplir con la tarea y no suelen contar con ayuda en la casa. Por lo general pertenecen a hogares de bajo nivel social y cultural. Así, quienes más aprovechan los deberes son los que menos los necesitan. ¡La escuela y el juego deberían tener el mismo peso! Si el colegio ocupa la mitad del día, la otra mitad debería ser de los niños.

-¿Qué asignaturas sobran y cuáles faltan para que el niño se conozca mejor a sí mismo y su entorno?
-La Convención de los Derechos del Niño dice que tienen derecho a expresarse en todas las formas. Literarias, científicas, artísticas… Las que ellos elijan. Yo siempre me pregunto: ¿sabe esto la escuela? Loris Malaguzzi, director e inventor de las escuelas de Reggio Emilia, dice que los niños tienen cien maneras de pensar, de soñar… pero les roban 99.

-¿Quién se las roba?
-Yo creo que la escuela tiene mucha responsabilidad. Roba 99 proponiendo solo una. Las propuestas de la escuela son muy reducidas. Solo son adecuadas para unas pocas personas: para las que nacen con vocación literaria, matemática o científica. Quienes nacen artistas, artesanos, deportistas, bailarines… no se encuentran reconocidos en esta escuela, y fracasan.

Deberes si, deberes no… cada maestro con su libro...